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¿Bienvenida de nuevo!
El tema del día de hoy nos interesa a muchas: la caída de cabello.
Tanto los hombres como las mujeres perdemos de 50 a 100 cabellos diarios, pero, ¡no te asustes! Normalmente todos se renuevan. Sin embargo, durante el postparto, la caída se vuelva más evidente, y es que durante 3 o 4 meses el cabello se cae por montones.
En mi caso, todos los días era una angustia ver la cantidad de cabellos que perdía. La verdad es que nada está escrito, y así como puedes ser de las afortunadas que no lo nota, puedes también pasar por un periodo mucho más largo e intenso. Puede iniciar desde el primer mes del postparto, o hasta los 4 o 6 meses. ¡Calma! Esto no dura para siempre, y eventualmente tu cabello volverá a su densidad normal.
Debemos entender que este proceso se da, debido a un bajón hormonal. En lo personal, me sentía tan bien y que todo estaba en orden, pasaban los meses tranquilos y que sentía que estaría exenta. Pero, llego el 4to mes, y ahí comenzó, al punto donde noté espacios vacíos en mi frente.
¡Me sentía tan triste! Entre la revolución hormonal, y pensar que me quedaría calva, mi ánimo se fue al suelo. Ahí supe que tenía que buscar algún remedio natural para frenar la caída, y rápido. Llevo algún tiempo consumiendo aceites esenciales, así que busqué cuál podía ayudarme, y apareció el maravilloso romero.
Agrega de 10 a 12 gotas de aceite esencial de romero a tu shampoo y úsalo como de costumbre. El romero favorece la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que favorece a la reactivación del crecimiento capilar, además, ayuda en la caída del cabello.
Después de 2 semanas utilizándolo, note que la caída era muchísimo menor, y la verdad es que me gustó tanto, que continúo usándolo.
Como datos adicionales, platicando con mi ginecóloga, la Dra. Julia, me comentó que la caída de cabello durante el postparto se da en mayor cantidad, en las mujeres que ofrecen lactancia materna exclusiva, por todos los nutrientes que el bebé consume del cuerpo de su madre. Además, que como muchas mujeres desean regresar al cuerpo que tenían previo al embarazo, se someten a dietas restrictivas que causan un déficit calórico, cuando en realidad la mujer debería consumir el doble de calorías para evitar una descompensación.
Debo decir que yo no ofrecí lactancia materna exclusiva, y como muchas, quería recuperar mi figura, pero sabía que ese momento debía concentrarme en alimentarme correctamente, nutrir a mi cuerpo y al de mi hija con lo mejor. Más de alguna conoce a una mamá que después de la lactancia, queda súper delgada, y gracias al destino, ¡yo fui una de ellas! Ahora quisiera subir un par de kilos, pero en fin, ¡esa es otra historia!
Así como durante el embarazo debe complementarse una alimentación balanceada con suplementos vitamínicos, también durante la lactancia. Yo utilizaba unas llamadas Elevit, y agregaba Vitamina E. A partir de 4to mes, agregué Colágeno y Biotina, además de apoyarme con una dieta rica en proteínas.
El Colágeno nos ayuda para mantener los huesos, ligamentos y piel en excelente estado, y la Biotina, para fortalecer el cabello y las uñas, que también se debilitan durante este tiempo.
Según la doctora, para las mujeres que llevan una dieta vegetariana o vegana, la caída del cabello pudiera prolongarse aún más. A pesar de que no pudiera decir que sigo una dieta vegetariana al 100%, porque una o dos veces a la semana como carne, trato de alimentarme en su mayoría por semillas, tofu, seitán, huevos, entre otros productos. Cuando tuve que aumentar el consumo de proteína animal, la verdad es que no me sentí muy cómoda, pero en el fondo, sabía que si no lo hacía, podría ser más perjudicial en lo que respecta a la caída del cabello, pero decidí seguir con mi alimentación y la suplementación que me recomendaron. Después de pasar los 2 meses más complicados de pérdida de cabello, las cosas volvieron a la normalidad.
Recuerda que debemos cuidar todo lo que consumimos también durante la lactancia, por lo que es muy importante platicar con tu médico. Seguro podrán indicarte los mejores suplementos para cada caso y etapa. Cuida de tu cuerpo y aliméntate conscientemente. Consume productos lo más naturales posibles, como frutas, verduras, cereales, proteína animal o vegetal, la que consideres más conveniente con tu estilo de vida. ¡Y no olvides hidratarte!
Es importante mantener nuestras emociones en lo positivo, el estrés y los cambios bruscos de ánimo también influyen en gran medida. Busca actividades que te ofrezcan momentos de paz, como la meditación, sé siempre agradecida con tu cuerpo, gracias a él diste vida, y gracias a él produces el mejor alimento para ese pequeño ser.
Busca las herramientas que te aligeren la carga, y vive el proceso lo más amable posible.
¡Mucho amor para ti, siempre!
¡Un gran beso a todas!
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