Bienvenida mamá, es un gusto tenerte en este espacio.
Hoy tocaremos un tema que para muchas ha sido muy complicado, pero pocas se han atrevido a hablar: la lactancia.
Aunque es cierto que no debemos generalizar, es un proceso que no a todas se nos da de manera natural ni fácil, muchas veces tenemos la expectativa de que será esa conexión mágica instantánea, donde nos veremos angelicales y llenas de paz, mientras nuestro bebé se alimenta plácidamente.
Últimamente se ha puesto de “moda” regresar a lo natural. El parto humanizado, sin uso de medicamentos, los pañales de tela, el porteo, el colecho y como uno de los temas principales, la lactancia exclusiva.
Sí, es verdad, muchas de esas prácticas son muy benéficas para el bebé, la mamá y hasta el medio ambiente. Volver a re conectarnos con esa esencia femenina y el instinto materno que la modernidad nos ha ido quitando de a poco, con tantos adelantos, que para ser muy sincera, algunas sí nos facilitan muchísimo la vida.
Ya sea por moda, o por un convencimiento real, o simplemente por economía, la lactancia exclusiva es una práctica muy retomada en la actualidad. Recuerda, siempre tu decisión como mamá será la más válida, independientemente de las opiniones ajenas.
En lo personal, cuando Valentina estaba por nacer, recibí muchísimos comentarios sobre qué era mejor: parto o cesárea. Raramente, no sucedió lo mismo con la lactancia. La gran mayoría se inclinaba por ella, lo que me indica que asumen completamente que eso va a suceder.
¡OJO! Es muy importante que tengas en claro que las opiniones son solo eso, juicios o comentarios emitidos por otros que no precisamente deben convertirse en una orden.
Estaba realmente convencida que la lactancia exclusiva era para mí, por las ventajas de salud, practicidad y conexión con la bebé. Decidí no comprar un solo biberón, porque estaba completamente segura que al nacer mi hija, tendría la capacidad de alimentarla.
La realidad es que no sucedió así.
Existen algunos puntos importantes que me gustaría exponerte desde mi perspectiva y experiencia, porque nadie me lo dijo. Todos se enfocan en lo bonito y esperamos que fluya en perfecta armonía, así que algunas experiencias personales no le caen mal a nadie:
1. Puede suceder que el suministro de leche no llegue tan rápido como esperabas, así como puede ser que al momento de que tu bebé nazca comiences a producir, lo más importante es que, si así lo decides, sigas intentando, y sobretodo, estés relajada y disfrutes de tu experiencia.
2. En lo personal, la primera vez que la leche bajó, fue un proceso que para mí, no fue fácil. Entre la succión del bebé y la sensación de la leche fluyendo, sentí un dolor profundo, pero cuando ves que se alimenta de ti, ese dolor vale la pena y aguantas. Para mí, solo fue el primer mes, después logramos acoplarnos. Es muy importante que estés consciente de que esto puede suceder, servirá para que no tires la toalla.
3. ¡Aprovecha de la tecnología! Ahora existen en el mercado muchas opciones para ayudarte en el proceso. El sacaleches puede ser un aliado para extraer la leche cuando sientes que ya no puedes más, o para crear un banco de leche. En mi experiencia, esto es menos doloroso que la succión del bebé. Además, las pezoneras pueden ser excelentes para que el bebé tenga un mejor agarre y puedas descansar un poco.
4. ¡No los descartes! Tener unos biberones en casa siempre será una buena idea, si necesitas salir de casa sin el bebé, o para que alguien más lo cuide mientras tomas una merecida siesta.
5. Si tienes implantes, ¡no te preocupes! Podrás amamantar siempre y cuando estén alojados debajo del músculo.
6. Sí, una vez terminado el tiempo que decidas amamantar, tus pechos tendrán una anatomía diferente a la que tenían antes del embarazo, pero sabes que habrá valido la pena por ese tiempo alimentando a tu bebé.
Y finalmente, y el punto más importante, es que NADIE puede obligarte a pasar por este proceso. Si la leche no fluyó, si al mes decidiste que era demasiado doloroso, si el estrés o la depresión postparto no te permitieron seguir, ERES LA MEJOR MADRE para tu bebé. Existen muchísimas fórmulas que pueden alimentarlo perfectamente, lo más importante es que mamá esté bien, para que pueda criar plenamente.
Cada caso es diferente, y para las madres que decidieron amamantar por 3 años, por uno, por 6 meses o un día, todas son valiosas y todas están haciendo su mejor trabajo y esfuerzo. No juzguemos y no nos sintamos superiores. Recuerda que no sabemos lo que hay detrás de cada mami.
Sabes que para mí es un placer compartir mis experiencias y poder hacer de esta etapa, la más hermosa para ti. Disfruta los momentos, que solo se viven una vez.
¡Nos vemos en la siguiente entrada!
Comments